La
leucemia mielógena aguda es el tipo más común de leucemia aguda en adultos.
Este tipo de cáncer generalmente empeora rápidamente si no es tratado. Posibles
factores de riesgo incluyen el tabaquismo, tratamiento previo con quimioterapia
y exposición a radiación.
La leucemia mielógena se debe a un defecto en los genes de los glóbulos sanguíneos. La mayoría del tiempo, el proveedor de atención médica no puede determinar la causa de LMA. Sin embargo, los siguientes factores pueden llevar a algunos tipos de leucemia, incluida la LMA:
Trastornos sanguíneos, como policitemia vera, trombocitemia esencial y mielodisplasia.
Ciertos químicos (por ejemplo, el benceno).
Ciertos fármacos quimioterapéuticos, incluidos el etopósido y otros conocidos como alquilantes.
Exposición a determinados químicos y sustancias dañinas.
Radiación.
Un sistema inmunitario debilitado debido a un trasplante de órganos.
Las complicaciones más frecuentes de la leucemia mieloide aguda son recurrencia de la enfermedad, infección severa y sangrado potencialmente mortal.
El diagnóstico de la leucemia mieloide por medio de un examen físico es muy improbable pero éste nos puede orientar si durante su desarrollo encontramos signos de anemia, palidez y sangrado, Con menor frecuencia podemos encontrar signos tales como hipertrofia de bazo (agrandamiento), hipertrofiadle hígado o de los ganglios linfáticos.
El diagnóstico probable se establece al practicar un CSC que nos reporta anemia y un número bajo de plaquetas. En cuanto al conteo de glóbulos blancos estos se pueden encontrar altos, bajos o normales. Lo anterior nos obliga a practicar una aspiración de médula ósea y éste nos muestra si hay células leucémicas.
El tratamiento contra la leucemia mieloide aguda es eliminar
las células cancerosas con quimioterapia, pero infortunadamente este
procedimiento también elimina células normales, lo cual incrementa el riesgo de
efectos secundarios, como el sangrado excesivo causado por el bajo número de
plaquetas e infección por un bajo conteo de glóbulos blancos.
La médula ósea requiere varias semanas para recuperarse e iniciar la producción de células normales. Por lo antes expuesto los pacientes que reciban quimioterapia deberán de estar aislados para prevenir infecciones, se les administrarán antibióticos para tratar la infección si ésta se presenta. Además deberán de normalizarse el número de plaquetas por medio de transfusiones para controlar el sangrado y para combatir la anemia.
El trasplante de células madre hematopoyéticas, se utilizan
altas dosis de fármacos de quimioterapia para eliminar de la médula ósea las
células encargadas de fabricar la sangre.
Los medicamentos dirigidos que bloquean la acción de la tirosina
quinasa incluyen:
Se recomienda a los pacientes en general reducir la exposición a la radiación y protegerse de químicos o sustancias asociadas con el desarrollo de la leucemia aguda.
Correo ocupado
Correo aceptado
Al registrarte, estarás aceptando nuestros Términos y Condiciones.