La infección por shigela (shigelosis) es una enfermedad intestinal causada por una familia de bacterias conocidas como “shigela”. El principal signo de infección por shigela es la diarrea, que suele tener sangre.
La shigela puede transmitirse por contacto directo con la bacteria en las heces. Por ejemplo, puede suceder en centros de cuidado infantil cuando el personal no se lava bien las manos después de cambiar los pañales o enseñar a los niños a usar el baño. La bacteria shigela también se transmite en alimentos contaminados o por beber o nadar en agua contaminada.
Los niños de 2 a 4 años de edad tienen más probabilidades de contraer la infección por shigela. Por lo general, los casos leves desaparecen solos en una semana. Cuando se necesita tratamiento, lo médicos suelen recetar antibióticos.
La infección se produce cuando se ingiere accidentalmente la bacteria shigela. Esto puede suceder cuando:
Te tocas la boca. Si no te lavas bien las manos después de cambiarle el pañal a un niño que tiene una infección por shigela, puedes contagiarte. El contacto directo de persona a persona es la manera más frecuente en que se propaga la enfermedad.
Consumir alimentos contaminados: Las personas infectadas que manipulan alimentos pueden transmitir la bacteria a personas que ingieren la comida. La comida también se puede contaminar si crece en un campo que contiene aguas residuales.
Ingerir agua contaminada: El agua se puede contaminar por las aguas residuales o por una persona con infección de shigela que nada en ella.
Deshidratación: La diarrea continua puede provocar deshidratación. Los síntomas son aturdimiento, mareos, falta de lágrimas en los niños, ojos hundidos y pañales secos.
Convulsiones: Algunos niños con fiebre alta por una infección por shigela tienen convulsiones. Se desconoce si las convulsiones son el resultado de la fiebre o la misma infección por shigela.
Prolapso rectal: En esta afección, el esfuerzo durante la evacuación intestinal puede causar que la membrana mucosa o el revestimiento del recto salga por el ano.
Síndrome urémico hemolítico: Esta complicación poco frecuente de la shigela, causada en la mayoría de los casos por la bacteria llamada “E. coli”, puede producir un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia hemolítica), recuento bajo de plaquetas (trombocitopenia) e insuficiencia renal aguda.
Megacolon tóxico: Esta complicación poco frecuente sucede cuando el colon se paraliza, lo que impide que evacúes los intestinos o despidas gases. Los signos y síntomas comprenden dolor e hinchazón abdominales, fiebre y debilidad. Si no recibes tratamiento para el megacolon tóxico, el colon puede abrirse (rotura) y causar peritonitis, una infección potencialmente mortal que requiere cirugía de emergencia.
Artritis reactiva: Se manifiesta como respuesta a una infección. Los signos y síntomas comprenden dolor e inflamación articulares, por lo general, en tobillos, rodillas, pies y caderas; enrojecimiento, picazón y secreción en un ojo o en ambos (conjuntivitis); y dolor al orinar (uretritis).
La exploración física no suele ser de gran utilidad, ya que es muy variable de un paciente a otro, y no suelen existir signos característicos que permitan sospechar una shigelosis.
En el examen microscópico de las heces pueden observarse abundantes glóbulos rojos y glóbulos blancos. El diagnóstico definitivo de la infección por Shigella se realiza mediante coprocultivo (cultivo de heces), que ofrece mejores resultados en los primeros días de la enfermedad, y la posterior identificación bioquímica y antigénica del microorganismo.
La infección por shigela suele seguir su curso en 5 a 7 días. Reponer los líquidos perdidos por la diarrea puede ser todo el tratamiento necesario, dependiendo de la salud en general del paciente y si la infección por shigela es leve.
Evitar los medicamentos para tratar la diarrea, como la loperamida (Imodium) o la atropina (Lomotil), ya que pueden empeorar la afección.
Antibióticos
Para la infección grave por shigela, los antibióticos pueden acortar la duración de la enfermedad. Sin embargo, algunas cepas de la shigela se han vuelto resistentes a los medicamentos. Por eso, es mejor no tomar antibióticos, a menos que la infección por shigela sea grave.
Los antibióticos también pueden ser necesarios para los bebés, los adultos mayores y las personas con infección por VIH, así como también en los casos de riesgo alto de contagio de la enfermedad.
Reposición de líquidos y sales
Para los adultos con buena salud en general, beber agua suele ser suficiente para contrarrestar los efectos de deshidratación de la diarrea.
Los niños pueden tomar una solución de rehidratación oral, como Pedialyte. Los niños y los adultos que tienen una deshidratación grave necesitan tratamiento en la sala de urgencias de un hospital, donde puedan administrarles sales y líquidos por vía intravenosa.
La Organización Mundial de la Salud (World Health Organization) ha estado trabajando en una vacuna contra la shigela, aunque aún no está disponible. Para prevenir la propagación de la shigela se debe tomar en cuenta:
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