Es una infección transmitida por piojos o garrapatas. Se caracteriza por episodios repetitivos de fiebre.
La fiebre recurrente transmitida por piojos tiende a ocurrir en epidemias, especialmente en las regiones afectadas por guerras y en los campamentos de refugiados. El piojo adquiere la infección al alimentarse de un paciente febril; el ser humano es el único reservorio. Cuando se lo aplasta sobre la piel de un nuevo huésped, se libera la Borrelia, que puede penetrar en la piel a través de abrasiones o picaduras. Los piojos intactos no transmiten la enfermedad.
Las fiebres recurrentes transmitidas por garrapatas son endémicas en las Américas, África, Asia y Europa. Las garrapatas adquieren la espiroqueta de un roedor que actúa como reservorio. Las personas se infectan cuando las espiroquetas de la saliva de la garrapata o de sus excretos penetran en la piel por medio de las picaduras. La infección es más probablemente adquirida por personas que duermen en cabañas infestadas de roedores en las montañas.
Es causada por varias especies de la espiroqueta Borrelia y transmitida por las garrapatas o los piojos.
La familia Spirochaetales se distingue por la forma helicoidal de las células bacterianas. Se trata de microorganismos de tan poco espesor que no pueden visualizarse con las técnicas de microscopia de rutina y debe recurrirse a la microscopia de campo oscuro. Existen 3 géneros: Treponema, Leptospira y Borrelia.
El insecto vector puede ser una garrapata blanda del género Ornithodoros o el piojo del cuerpo, según la ubicación geográfica.
Pueden presentarse las siguientes complicaciones:
-Parálisis facial
-Coma
-Problemas del hígado
-Inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula espinal
-Inflamación del músculo cardíaco que puede llevar a la presencia de arritmias
-Neumonía
-Convulsiones
-Estupor
-Shock relacionado con la toma de antibióticos (reacción de Jarisch-Herxheimer, en la cual la muerte rápida de grandes cantidades de bacterias Borrelia induce el shock)
-Debilidad
-Sangrado generalizado
Se debe sospechar un diagnóstico de fiebre recurrente si alguien proveniente de un área de alto riesgo tiene episodios repetitivos de fiebre. Esto es en gran parte cierto si la fiebre va seguida de una etapa de "crisis" y si la persona puede haber estado expuesta a piojos o garrapatas de cuerpo blando.
Para diagnosticar la borreliosis, el médico toma una muestra de sangre y la examina con un microscopio en búsqueda de bacterias Borrelia.
-Antibióticos
Los antibióticos como la tetraciclina, la doxiciclina, o la eritromicina suelen ser eficaces.
Dentro de las 2 horas siguientes a la administración del antibiótico, puede producirse una reacción desagradable (reacción de Jarisch-Herxheimer), que se manifiesta con sudoración, escalofríos con estremecimientos, fiebre y descenso notable de la tensión arterial. Para reducir la gravedad de esta reacción, el médico puede administrar paracetamol (acetaminofeno) antes y después de la primera dosis del antibiótico.
-El uso de ropa que cubra completamente los brazos y las piernas cuando está al aire libre puede ayudar a prevenir la infección TBRF.
-Los repelentes de insectos, como DEET, en la piel y en la ropa también funcionan.
-Otra medida de salud pública importante es el control de piojos y garrapatas en áreas de alto riesgo.
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