La taquicardia paroxística consiste en una frecuencia cardíaca uniforme y rápida (de 160 a 220 latidos por minuto) que comienza y desaparece de forma repentina y se origina en tejidos cardíacos que no sean los ventrículos.
En la mayoría de los casos se sienten palpitaciones molestas, dificultad respiratoria y dolor torácico.
A menudo, los episodios pueden interrumpirse mediante maniobras que estimulan el nervio vago, lo que retrasa la frecuencia cardíaca.
A veces, se toman medicamentos para detener el episodio.
La taquicardia paroxística ocurre más a menudo en las personas jóvenes y es más molesta que peligrosa. Puede aparecer durante un ejercicio intenso.
Normalmente, las cámaras del corazón (aurículas y ventrículos) se contraen de manera coordinada.
Las contracciones son causadas por una señal eléctrica que comienza en el área del corazón llamada nódulo sinoauricular (llamado también nódulo sinusal o nódulo SA).
La señal se desplaza a través de las cámaras superiores (aurículas) del corazón y les ordena contraerse.
Después de esto, la señal se desplaza hacia abajo en el corazón y les ordena a las cámaras inferiores (ventrículos) contraerse.
Sistema de conducción cardíaca.
La frecuencia cardíaca rápida a raíz de la taquicardia paroxística puede comenzar con eventos que ocurren en áreas del corazón por encima de las cámaras inferiores (ventrículos).
Hay una serie de causas específicas que pueden ocasionar este trastorno. Se puede desarrollar cuando las dosis del medicamento para el corazón, conocido como digitalis, son demasiado altas. También puede ocurrir con una afección conocida como síndrome de Wolff-Parkinson-White, la cual se observa con más frecuencia en personas jóvenes y bebés.
Los siguientes factores incrementan el riesgo de padecer esta enfermedad:
Con el paso del tiempo, los episodios frecuentes y sin tratar de taquicardia paroxística pueden debilitar el corazón y dar lugar a una insuficiencia cardíaca, particularmente si tienes otras enfermedades concomitantes.
En casos extremos, un episodio de taquicardia supraventricular puede provocar pérdida del conocimiento o un paro cardíaco.
Un examen físico durante un episodio de taquicardia paroxística mostrará una frecuencia cardíaca rápida. También puede mostrar pulsos fuertes en el cuello.
La frecuencia cardíaca puede estar por encima de 100 e incluso más de 250 latidos por minuto. En los niños, la frecuencia cardíaca tiende a ser muy alta. Se pueden presentar signos de mala circulación como mareos. Entre los episodios de taquicardia paroxística, la frecuencia cardíaca es normal (60 a 100 latidos por minuto).
Un ecocardiograma o un electrocardiograma ayuda a evaluar los síntomas. Puede necesitarse un estudio electrofisiológico (EPS, por sus siglas en inglés) para un diagnóstico preciso y para encontrar el mejor tratamiento.
Debido a que la taquicardia paroxística es intermitente, para diagnosticarla, los pacientes tal vez necesiten usar un monitor Holter de 24 horas. Para períodos más largos, se puede utilizar otra cinta del dispositivo de grabación del ritmo.
El tratamiento incluye maniobras y medicamentos para bajar la frecuencia cardíaca o restaurar un ritmo normal.
En algunas ocasiones, ablación por radiofrecuencia
En general, los episodios de taquicardia supraventricular paroxística se detienen mediante una de las distintas maniobras que estimulan el nervio vago y disminuyen así la frecuencia cardíaca. Suele ser un médico quien dirige o supervisa dichas maniobras, aunque cuando se padece esta arritmia con frecuencia, el propio paciente aprende a realizarlas. Dichas maniobras incluyen
Hacer un esfuerzo, como si se sufriera una defecación complicada
Masajear el cuello justo por debajo del ángulo de la mandíbula (lo que estimula una zona sensible sobre la arteria carótida denominada seno carotídeo)
Sumergir la cara en un recipiente con agua helada.
Son mucho más eficaces si se efectúan apenas comienza la arritmia.
Si no surten ningún efecto, si la arritmia produce síntomas graves o si el episodio dura más de 20 minutos, se aconseja acudir a un médico a fin de detener el episodio. A menudo, los episodios pueden detenerse con rapidez administrando una inyección intravenosa de un fármaco que suele ser adenosina o verapamilo. En contadas ocasiones, los fármacos resultan ineficaces y se recurre a la cardioversión (aplicación de una descarga eléctrica en el corazón).
Con el fin de evitar un episodio de taquicardia supraventricular, es importante saber cuáles son los desencadenantes de los episodios e intentar evitarlos. Tal vez, quieras intentar:
Para la mayoría de las personas que sufren taquicardia supraventricular, beber una cantidad moderada de cafeína no desencadena un episodio. Sin embargo, deben evitar beber grandes cantidades de cafeína.
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