Laringitis y traqueítis agudas
ENFERMEDADES DEL SISTEMA RESPIRATORIO
Nombres Alternativos: LARINGITIS Y LARINGOTRAQUEÍTIS AGUDAS.
Dato 2: J04
La laringitis aguda es una enfermedad respiratoria aguda, la cual causa inflamación de la laringe. Generalmente la laringitis aguda se origina debido a una infección viral similar a un resfrío, una infección bacteriana (aunque esta es poco común) y irritación de la voz por tensión vocal debido al esfuerzo.
Esta afección causa una inflamación que hace que la voz suene ronca, y en algunas ocasiones la voz suena casi imperceptible. los síntomas de la laringitis aguda duran por lo general solo un par de semanas.
Usualmente la laringotraqueítis aguda está asociada a la laringitis, ya que suele aparecer luego de una infección viral de las vías respiratorias Suele ser causada por una infección bacteriana como el Staphylococcus aureus, y produce inflamación de la laringe y la tráquea, fiebre y dificultad para respirar. Esta enfermedad suele afectar en su mayoría a niños pequeños.
Las causa relacionadas con la laringitis y laringotraqueítis aguda tienen que ver con infecciones virales o bacterianas, tensión vocal por uso excesivo de la voz.
En algunos casos de laringitis y laringotraqueítis agudas la infección puede propagarse a otras partes de las vías respiratorias causando obstrucciones de las vías respiratorias que pueden llevar a la muerte, y en especial en el caso de la laringotraqueítis aguda puede ocurrir un síndrome de shock tóxico si la infección es causada por la bacteria estrafilococo.
Estas afecciones suelen identificarse a causa de su signo más frecuente, que es la ronquera. Si la ronquera es crónica. Sin embargo existen ciertas pruebas que pueden ayudar en su diagnóstico:
Algunas veces, se utilizan estas técnicas para diagnosticar la laringitis:
Laringoscopia: Es un examen visual de las cuerdas vocales con un procedimiento llamado «laringoscopia», mediante el uso de una luz y un pequeño espejo para observar la parte trasera de la garganta. O se puede realizar una laringoscopia de fibra óptica. En este procedimiento, se coloca un tubo delgado y flexible (endoscopio) con una pequeña cámara y una luz a través de la nariz o la boca hasta la parte trasera de la garganta. De este modo, se pueden observar los movimientos de las cuerdas vocales al hablar.
Biopsia: En caso de observarse un área sospechosa se puede tomar una muestra de tejido para analizarla en un laboratorio.
Radiografías: Mediante el uso de rayos X se busca obtener imágenes del tórax, con el fin de detectar la presencia de anormalidades en los pulmones.
Cultivo nasofaríngeo: Consiste en tomar una muestra de sus secreciones nasales usando un hisopo, para su análisis. También puede hacerse por medio de un aparato aspirador.
Cultivo traqueal: Consiste en tomar una muestra de las secreciones de la tráquea, para detectar bacterias
Traqueoscopia: Consiste en una prueba para mediante un instrumento (broncoscopio por lo general), visualizar el interior de la tráquea.
Gasometría arterial: Consiste en recoger una pequeña cantidad de sangre venosa o arterial para después analizarla en el laboratorio.
En el caso de la laringitis aguda, esta generalmente mejora por sí sola aproximadamente en una semana. Las medidas de cuidado personal pueden ayudar a mejorar los síntomas. Sin embargo en ciertas circunstancias puede requerirse el uso de antibióticos solo cuando la infección es de origen bacteriana, ya que cuando es de origen viral los antibióticos por lo general no tienen mucho resultado.
Además de esto pueden recomendarse el uso de corticoesteroides para ayudar a reducir la inflamación de las cuerdas vocales.
La laringotraqueítis aguda suele requerir generalmente el uso de antibióticos, además de administración de oxígeno, y algunas veces en afecciones bacterianas muy agudas puede ser necesaria la colocación de una sonda dentro de las vías respiratorias (sonda endotraqueal) para ayudar con la respiración.
Algunas medidas para prevenir la laringitis y la laringotraqueítis agudas son:
No fumar.
Evitar ser fumador pasivo.
Beber agua en abundancia.
Lavarse las manos frecuentemente.
Evitar las infecciones respiratorias.
Evitar aclararse la garganta.
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