La peritonitis es una afección la cual consiste en una
inflamación del peritoneo (membrana suave que recubre las paredes abdominales
internas y los órganos dentro del abdomen). Por lo general la peritonitis se
produce debido a una infección bacteriana o micótica.
La peritonitis requiere atención médica inmediata para
combatir la infección, ya que si no es tratada de manera adecuada la
peritonitis puede conducir a una infección grave y mortal.
La peritonitis se origina por una infección. Esta infección
puede darse por diversas razones:
Procedimientos médicos como la diálisis peritonea.
Traumatismos.
Pancreatitis.
Diverticulitis.
Úlcera estomacal o perforación del colon.
Haber sufrido de peritonitis con anterioridad.
Las complicaciones de la peritonitis están relacionadas con
no haber tratado adecuadamente la enfermedad, causando una infección en el
torrente sanguíneo (bacteriemia) o una infección en todo el cuerpo (síndrome
séptico), el cual puede ser mortal.
Parte del diagnostico de la peritonitis incluye el estudio
del historial clínico. Además de esto, otras pruebas son necesarias.
Entre estas pruebas se encuentran:
Análisis de sangre: Mediante la extracción de una sangre,
esta es analizada en busca de un recuento alto de glóbulos blancos.
Hemocultivo: Es una prueba de laboratorio la cual sirve determinar
si hay bacterias en la sangre.
Pruebas de diagnóstico por imágenes: En algunos casos puede
ser necesaria una radiografía para buscar orificios u otras perforaciones en el
tubo gastrointestinal. Además de esto también puede ser necesario el uso de ecografías
o una exploración de tomografía computarizada.
Análisis de líquido peritoneal: Esta prueba consiste en el
uso de una aguja muy fina para tomar una muestra del líquido del peritoneo (paracentesis).
Suele usarse en especial en pacientes de diálisis peritoneal o que tengan líquido
en el abdomen a causa de una enfermedad hepática. En el caso de tener
peritonitis, esta prueba mostrará incrementado de glóbulos blancos, lo cual
puede ser indicio de una inflamación o infección.
El tratamiento de la peritonitis suele incluir
hospitalización cuando la peritonitis ha surgido debido a una infección causada
por otras enfermedades (peritonitis secundaria).
Entre las opciones de tratamiento que pueden utilizarse se
encuentran:
Tratamiento de antibióticos: Pueden ser suministrados un
ciclo de antibióticos para combatir la infección y prevenir su extensión.
Cirugía: Por lo general es necesario realizar una
intervención quirúrgica para extraer el tejido infectado, tratar la causa de
fondo de la infección y prevenir que la infección pueda extenderse.
Otros tratamientos: Dependiendo de los síntomas, el
tratamiento puede incluir la
administración de analgésicos, líquidos por vía intravenosa, administración de
oxígeno y, en algunos casos, una transfusión de sangre podría ser necesaria.
Algunas medidas para la prevención de la peritonitis están
relacionadas con el tratamiento de diálisis perineal. Entre algunas de las
medidas se encuentran:
Lavarse bien las manos, incluso debajo de las uñas y entre
los dedos, antes de tocar el catéter.
Limpia la piel que se encuentra alrededor del catéter con un
antiséptico todos los días.
Guardar los suministros en un lugar higiénico.
Usar una mascarilla quirúrgica durante los intercambios de
líquido de diálisis.
No dormir con las mascotas.
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