La colelitiasis es la presencia de cálculos en el interior
de la vesícula biliar. Los cálculos biliares son unos depósitos duros de
líquido digestivo los cuales se forman en el interior de la vesícula biliar.
La vesícula biliar es un órgano pequeño el cual tiene forma
de pera, y se encuentra ubicado debajo del hígado, en la parte derecha del
abdomen. Este órgano contiene un líquido digestivo llamado bilis que se libera
en el intestino delgado.
El tamaño de los cálculos biliares puede variar. Pueden ser del
tamaño de un grano de arena hasta el de una pelota de golf. En ciertos casos,
algunas personas solo desarrollan un único cálculo biliar, mientras que otras
desarrollan muchos al mismo tiempo.
La colelitiasis se produce debido a la mezcla de una serie
de sustancias (colesterol, bilirrubina, proteínas y mucina). Según la sustancia
que predomine pueden ser de distintos tipos:
Cálculos de colesterol: Es el tipo más frecuente y son de
color amarillo. Se originan por una alimentación no adecuada y están compuestos
por colesterol no disuelto.
Cálculos de bilirrubina: Son producidos debido a la destrucción
de muchos glóbulos rojos (hemólisis), y la liberación de bilirrubina la cual se
acumula en las vías biliares pudiendo formar cálculos de bilirrubina.
Cálculos mixtos: Son cálculos que están formados por sales
cálcicas y otras sustancias.
Por lo general aquellas personas las cuales presentan
síntomas suelen necesitar una intervención quirúrgica para extraer la vesícula
biliar. Aunque usualmente está afección no presenta síntomas ni necesita
tratamiento.
Las causas de la colelitiasis están asociadas a exceso de colesterol
en la bilis, exceso de bilirrubina en la bilis y el vaciado inadecuado de la
vesícula, lo cual puede contribuir a la formación de cálculos biliares.
Además de esto, existen ciertos factores los cuales pueden
incidir en el riesgo de padecer colelitiasis:
Tener antecedentes familiares.
Tener 40 años o más.
Infecciones bacterianas o helmínticas (gusanos parásitos).
Seguir una dieta con alto consumo de grasa y colesterol.
Sufrir de sobrepeso.
Diabetes.
Bajar de peso con rapidez.
Llevar un estilo de vida sedentario.
Seguir una dieta con bajo consumo de fibras.
Embarazo.
Tomar medicamentos como anticonceptivos orales, fibratos,
tiazidas y algunos antibióticos.
Presencia de enfermedades hepáticas.
Ser mujer.
Trasplantes de médula ósea.
Algunas de las complicaciones de la colelitiasis son:
Inflamación de la vejiga (colecistitis)
Obstrucción del conducto colédoco, e ictericia y infección
de las vías biliares.
Obstrucción del conducto pancreático.
Inflamación del páncreas (pancreatitis).
Riesgo de cáncer de vesícula.
Entre los exámenes usados para diagnosticar la colelitiasis
se incluyen:
Hemograma: Es un análisis de sangre usado para descubrir el
estado de salud general e identificar posibles infecciones.
Prueba de
bilirrubina: Se trata de una prueba de sangre que mide el nivel de bilirrubina
en la sangre.
Prueba de función hepática: Es una prueba de sangre en el
cual se analiza de bilirrubina y de ciertas encimas que puedan ser indicio de
daño hepático.
Prueba de enzimas pancreáticas: Este análisis de sangre
sirve para detectar el nivel de enzimas pancreáticas que puede hallarse en la
sangre.
Prueba de bilirrubina en orina: Mediante un examen de orina
se busca identificar el nivel de bilirrubina.
Ecografía abdominal: Es estudio es un examen imagenológico,
el cual es utilizado para ver los órganos internos en el abdomen.
Tomografía computarizada abdominal: Este procedimiento utiliza rayos X para crear imágenes transversales del área abdominal.
Gammagrafía de la vesícula biliar con radionúclidos: Esta es una prueba la cual consiste en la utilización de utiliza material radiactivo con el fin de evaluar el funcionamiento de la vesícula biliar, y buscar posibles obstrucciones o filtraciones.
Colangiografía transhepática percutánea: Este procedimiento
es un estudio de rayos X de las vías biliares, para evaluar su estado e
identificar anormalidades.
Por lo general, en la mayoría de los casos las personas
afectadas con colelitiasis no presentan síntomas, por lo cual no suelen requerir
tratamiento. Sin embargo, en aquellos casos en donde se presenten síntomas podría
ser necesario el someterse a tratamiento.
Las opciones de tratamiento para la colelitiasis incluyen:
La vesícula no es un órgano necesario para vivir, y su
extracción no afecta la capacidad para digerir los alimentos, pero puede
producir diarrea temporal.
Generalmente, luego del tratamiento puede ser necesario el
seguimiento una dieta líquida o tomar otras medidas para darle a la vesícula
biliar un descanso.
Para reducir los riesgos de padecer colelitiasis seguir
medidas como no saltarse las comidas, bajar de peso lentamente si se necesita
perder peso y mantener un peso saludable, pueden ayudar.
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