La viruela es una enfermedad contagiosa, capaz de desfigurar y, a menudo, mortal que ha afectado a los seres humanos por miles de años.
No existe cura ni tratamiento para la viruela. Una vacuna puede prevenir la viruela, pero el riesgo de los efectos secundarios de la vacuna es muy alto para justificar la vacunación de rutina en personas con bajo riesgo de exposición al virus de la viruela.
Causas
La viruela es una enfermedad contagiosa producida por la transmisión del virus de la variola. Este virus se puede transmitir de persona a persona mediante partículas de saliva, ya que el virus puede sobrevivir durante 24 horas en condiciones favorables de luz solar. La otra forma más frecuente de contagio es por contacto de prendas de vestir y de ropa de cama donde este virus puede sobrevivir durante semanas.
El contagio es más probable cuando la persona portadora del virus está en la primera semana de evolución, pero puede transmitirlo hasta que se secan totalmente la pústulas de la piel. Los síntomas de la enfermedad pueden aparecer a los 8 a 15 días después del contagio.
Complicaciones
La mayoría de las personas que contraen viruela sobrevive. Sin embargo, algunas variedades raras de viruela son casi siempre mortales. Estas formas más graves afectan, con mayor frecuencia, a embarazadas y personas con el sistema inmunitario afectado.
Las personas que se recuperan de la viruela por lo general tienen cicatrices intensas, especialmente en la cara, los brazos y las piernas. En algunos casos, la viruela puede provocar ceguera.
La viruela se puede diagnosticar basándose en las señales y síntomas clínicos del paciente. La enfermedad también se puede diagnosticar de manera definitiva aislando el virus de la sangre o de las lesiones, o bien identificando los anticuerpos en la sangre que se han creado como respuesta al virus.
Los exámenes de sangre incluyen:
Pruebas analíticas para CID (coagulación intravascular diseminada)
Conteo de plaquetas
Conteo de glóbulos blancos
El diagnóstico de la viruela debe llevarse a cabo en laboratorios especializados con técnicas apropiadas para realizar las pruebas y medidas para así proteger a las personas que trabajan en el laboratorio.
Tratamientos y Cuidados
No existe cura para la viruela. El tratamiento se centraría en aliviar los síntomas y evitar que la persona se deshidrate. Si la persona también contrae una infección bacteriana en los pulmones o en la piel, es probable que le receten antibióticos.
Consejos
La mejor forma de prevenir la viruela es vacunándose contra esta enfermedad. Actualmente, sólo el personal militar, los trabajadores de la salud y las personas que atienden emergencias pueden recibir la vacuna.