Nombres Alternativos: FIEBRES TIFOIDEA Y PARATIFOIDEA.
Dato 2: A01
Descripción General
Es una infección causada por la bacteria Salmonella typhi que produce diarrea y erupción cutánea.
Es poco frecuente en países industrializados y una amenaza grave en naciones en vía de desarrollo, especialmente para los niños.
Se propaga a través del agua y de alimentos contaminados, o al entrar en contacto cercano con una persona infectada.
Los signos y síntomas generalmente son fiebre elevada, dolor de cabeza, dolor abdominal y estreñimiento o diarrea.
La mayoría de las personas con fiebre tifoidea se sienten mejor a los pocos días de haber iniciado el tratamiento con antibióticos; sin embargo, una cantidad reducida de ellas puede morir por complicaciones.
Las vacunas contra esta patología están disponibles, pero son parcialmente efectivas. Por lo general, se reservan para las personas que pueden estar expuestas a la enfermedad o que viajan a zonas donde la fiebre tifoidea es frecuente.
Si bien la Salmonella typhi (S. typhi) y la bacteria responsable de la salmonelosis (otra infección intestinal grave) están relacionadas, no son las mismas.
Causas
Transmisión fecal-oral: Esto significa que la bacteria Salmonella typhi se transmite por las heces y, en ocasiones, por la orina de las personas infectadas.
Se puede contraer la infección si la persona come alimentos manipulados por alguien con fiebre tifoidea que no se haya lavado bien las manos después de ir al baño. También puede infectarse si bebe agua contaminada con la bacteria.
Portadores de tifoidea: Aun después del tratamiento con antibióticos, una pequeña cantidad de personas que se recuperan de la fiebre tifoidea continúan alojando la bacteria en sus tractos intestinales o vesículas, a menudo durante años. Estas personas, llamadas «portadores crónicos», eliminan la bacteria por las heces y pueden infectar a otras personas, aunque ellas mismas ya no tengan signos ni síntomas de la enfermedad.
Complicaciones
Hemorragia intestinal o bien orificios: La complicación más grave de la fiebre tifoidea es el sangrado u orificios (perforaciones) intestino, y se puede desarrollar en la tercera semana de la enfermedad. Alrededor del 5% de las personas con fiebre tifoidea experimentan esta complicación.
Hemorragia intestinal: Se caracteriza de forma frecuente por una caída repentina en la presión sanguínea y shock, seguido por la aparición de sangre en las heces.
Perforación intestinal. Se genera cuando en el intestino delgado o el intestino grueso se desarrolla un orificio, haciendo que el contenido intestinal se filtre en la cavidad abdominal. Los signos y síntomas son dolor severo abdominal, náuseas, vómitos y la infección sangre (sepsis). Es una urgencia mortal que requiere atención médica inmediata.
Otras complicaciones menos comunes
Inflamación del músculo del corazón (miocarditis).
Inflamación de la mucosa y de las válvulas del corazón (endocarditis).
Neumonía.
Inflamación del páncreas (pancreatitis).
Inflamación de la vesícula biliar (colecistitis).
Infecciones del riñón o de la vejiga.
Infección e inflamación de las membranas y el fluido que rodea el cerebro y la médula espinal (meningitis).
Problemas psiquiátricos como desvaríos, alucinaciones y psicosis paranoide.
Con el tratamiento oportuno, la mayor parte de personas en los países industrializados se recuperan de la fiebre tifoidea. Sin el tratamiento indicado, ciertas personas no pueden sobrevivir a las complicaciones de la enfermedad.
Aun cuando los síntomas y la historia de la enfermedad de la persona pueden sugerir fiebre tifoidea, el diagnóstico debe ser confirmado.
Para que el diagnóstico de la enfermedad sea concluyente los pacientes tienen que realizarse pruebas, las más recomendables son el hemocultivo y el coprocultivo también existen otras pruebas, como las serológicas, son poco específicas y actualmente se encuentran en desuso.
Tratamientos y Cuidados
La terapia con antibióticos es el único tratamiento efectivo para la fiebre tifoidea.
Antibióticos recetados frecuentemente:
Ciprofloxacina (Cipro). Los médicos suelen recetar este antibiótico para hombres adultos y mujeres adultas que no están embarazadas.
Ceftriaxona (Rocephin). Este antibiótico inyectable es una alternativa para las personas que no son candidatas para recibir ciprofloxacina, como los niños.
Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios, y el uso a largo plazo puede hacer que se desarrollen cepas de la bacteria resistentes al antibiótico.
Problemas con la resistencia a antibióticos:
En el pasado, el medicamento de elección era el cloranfenicol. Sin embargo, los médicos ya no lo usan con frecuencia debido a sus efectos secundarios, a una tasa alta de deterioro de la salud después de un período de mejora (recaída) y a la resistencia bacteriana generalizada.
De hecho, la existencia de bacterias resistentes a los antibióticos es un problema en aumento en el tratamiento de la fiebre tifoidea, en particular, en los países en desarrollo. En los últimos años, también se ha comprobado que la S. typhi es resistente a la trimetoprima o al sulfametoxazol y a la ampicilina.
Otros tratamientos son los siguientes:
Beber líquidos. Esto ayuda a evitar la deshidratación que produce la fiebre prolongada y la diarrea. Si estás muy deshidratado, es posible que debas recibir líquidos a través de una vena (por vía intravenosa).
Cirugía. Si los intestinos se perforan, necesitarás una cirugía para reparar la perforación.
Consejos
Si se va a viajar a zonas donde el riesgo de contraer fiebre tifoidea es alto, se recomienda vacunación.
Existen dos vacunas:
Una se inyecta en una sola dosis, por lo menos, una semana antes de viajar. Una se administra por vía oral en cuatro cápsulas; se toma una cápsula cada dos días. Ninguna vacuna es cien por ciento efectiva y ambas vacunas se deben volver a administrar, ya que su efectividad disminuye con el tiempo.
Como la vacuna no brinda una protección completa, cuando la persona viaje a zonas de alto riesgo se sugiere seguir las pautas que se detallan a continuación:
Lavarse las manos de manera frecuente con agua jabonosa caliente es la mejor manera de controlar la infección. Hacerlo antes de comer o de preparar los alimentos y después de ir al baño. Llevar un desinfectante de manos a base de alcohol para cuando no haya agua disponible.
Se debe evitar beber agua sin tratar. El agua contaminada es un problema específico en las zonas donde la fiebre tifoidea es endémica. Por esa razón, se recomienda beber solamente agua embotellada o gaseosas, vino y cerveza en lata o en botella. El agua carbonatada embotellada es más segura que el agua no carbonatada embotellada.
Ingerir bebidas sin hielo, usar agua embotellada para cepillarse los dientes e intentar no tragar agua en la ducha.
Cero frutas y los vegetales crudos. Debido a que los elementos crudos pueden haberse lavado con agua que no es segura, lo mejor es evitar las frutas y los vegetales que no se puedan pelar, en particular, la lechuga. Para estar completamente a salvo, es recomendable evitar por completo los alimentos crudos.
Alimentos calientes. Evitar los alimentos almacenados o que se sirven a temperatura ambiente. Los alimentos bien calientes son los mejores. Además, aunque no existe ninguna garantía de que las comidas que se sirven en los mejores restaurantes sean seguras, lo mejor es evitar la comida de vendedores ambulantes, ya que tiene mayor probabilidad de estar contaminada.
Evitar contagiar la infección a otras personas. Si la persona se está recuperando de la fiebre tifoidea, las siguientes medidas pueden ayudarla a mantener a salvo a otras personas:
Es clave seguir las indicaciones del médico respecto de los antibióticos y asegurarse de tomar todos los medicamentos recetados. Lavarse las manos con frecuencia, esto es lo más importante para evitar propagar la infección. Usar agua jabonosa caliente y frotarse bien las manos durante, por lo menos, 30 segundos, en particular antes de comer y después de ir al baño.
Evitar preparar los alimentos para otras personas hasta que el médico te diga que ya no puedes contagiar. Si la persona trabaja en la industria del servicio de alimentos o en un centro de cuidado de la salud, no podrá regresar al trabajo hasta que los análisis muestren que ya no tiene la bacteria que provoca la tifoidea.