La artritis juvenil es una afección autoinmune la cual se
presenta en menores de 16 años, provocando artritis crónica o aguda en aquellos
afectados. La artritis juvenil ocasiona dolor, inflamación y rigidez de las
articulaciones, dificultando su movimiento.
No se conoce la causa exacta de la artritis juvenil. Sin embargo,
el factor de antecedentes familiares de artritis puede influir en el riesgo de
padecer de esta afección.
La artritis juvenil puede causar graves complicaciones como
problemas oculares, los cuales si no son tratados podrían ocasionar ceguera.
Además de esto la artritis juvenil también puede causar problemas en el
crecimiento y desarrollo óseo.
El diagnóstico de la artritis juvenil se centra en detectar
otras posibles causas de artritis, para esto puede ser necesario la realización
de pruebas sanguíneas y en algunos casos, de exploración por imágenes.
Entre las pruebas utilizadas se encuentran:
Velocidad de eritrosedimentación: Es una prueba de sangre
usada para identificar el grado de inflamación. Este análisis determina la velocidad con la
que los glóbulos rojos se depositan en el fondo de un tubo. Una velocidad
elevada puede ser indicio de inflamación.
Proteína C reactiva: Es un examen sanguíneo el cual sirve
para determinar también el nivel de inflamación general del organismo, aunque
con un grado de valoración diferente.
Anticuerpos antinucleares: Es una prueba sanguínea la cual
sirve para determinar la presencia de anticuerpos antinucleares. Estos
anticuerpos son proteínas que comúnmente produce el sistema inmunitario de las
personas que padecen enfermedades autoinmunitarias, como la artritis.
Factor reumatoide: Mediante este examen de sangre se buscan
encontrar anticuerpos los cuales suelen hallarse en la sangre de los niños que presentan
esta afección.
Anticuerpos antipéptido citrulinado cíclico (CCP): A través
de este análisis sanguíneo se busca detectar la presencia de los anticuerpos
antipéptidos citrulinados cíclicos, los cuales pueden encontrarse en aquellos
niños que afectados por la artritis juvenil.
Radiografías: Mediante el uso de rayos X se busca descartar
otros trastornos que puedan ser la causa de los síntomas.
Resonancia magnética: Es una prueba imagenológica la es usada para
obtener imágenes más detalladas del cuerpo, y así poder detectar la presencia
de otros trastornos, como fracturas, tumores, defectos congénitos e infecciones.
Además de esto también es usada para evaluar el daño articular ocasionado por
la artritis juvenil.
El tratamiento de la artritis juvenil dependerá de los
síntomas y la gravedad de la artritis. Entre los tratamientos que pueden ser
utilizados se encuentran:
En el caso de haber sido diagnosticado con artritis juvenil
existen ciertas medidas las cuales pueden ayudar a lidiar con los síntomas:
Mantener una alimentación adecuada.
Realizar ejercicios de fortalecimiento de las articulaciones.
Mantener un buen cuidado dental.
Mantenerse bajo control médico.
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