La mola hidatiforme es una masa o tumor poco común el cual se forma al comienzo del embarazo en el interior del útero, a causa de un embarazo no viable.
Por lo general puede ser posible que no haya un embrión o tejido placentario. Pero en caso de que haya un embrión este no logra sobrevivir.
Existen dos tipos de mola hidatiforme:
La mola hidatiforme es causada por una fertilización anormal de un óvulo. Esto da como consecuencia un feto anormal. En estos casos la placenta suele crecer con poco o sin ningún crecimiento del tejido fetal. El tejido de la placenta forma una masa en el útero que suele contener muchos quistes pequeños.
Las mujeres mayores tienen mayor riesgo de sufrir de mola hidatiforme, al igual que aquellas mujeres que han tenido antecedentes de mola hidatiforme.
Las complicaciones de la mola hidatiforme incluyen:
Además de esto las complicaciones relacionadas a la cirugía para extirpar un embarazo molar incluyen: efectos secundarios de la anestesia y sangrado excesivo, que requerirá una transfusión.
Su médico puede realizarle una evaluación física en busca de signos que le distingan de un embarazo normal como un tamaño de útero anormal y la ausencia de ruidos cardíacos fetales.
Además de esto, entre las pruebas que se incluyen para el diagnóstico de la mola hidatiforme están:
En caso de sufrir de mola hidatiforme, por lo general le será recomendado una dilatación y un legrado para eliminar el tejido anormal. En esta dilatación y legrado se puede utilizar la succión para remover el contenido del útero.
En algunos casos, la mujer puede decidir continuar con el embarazo. Aunque suele ser altamente riesgoso. Los riesgos incluyen sangrado, problemas con la presión arterial y parto prematuro. Y solo en casos poco frecuentes el feto es genéticamente normal.
Para las mujeres mayores una histerectomía suele ser una opción para no volver a quedar embarazada en el futuro.
Luego del tratamiento son vigilados los niveles de la gonadotropina humana (CGH). Además de esto, es importante evitar el embarazo y utilizar un método anticonceptivo confiable de 6 a 12 meses luego de sufrir de mola hidatiforme. Esto con el fin de evitar que el tejido anormal vuelva a reaparecer. Por lo general las mujeres que quedan embarazadas demasiado pronto luego de sufrir de mola hidatiforme tienen mayores riesgos de volver a padecer de este problema.
La mola hidatiforme no suele ser posible prevenirla. Aunque por lo genera la mayoría de las molas hidatiformes no son cancerosas (benignas) y el tratamiento suele ser exitoso.
Es importante tras el diagnóstico y tratamiento hacer un seguimiento minucioso para asegurarse de que las señales de la mola hidatiforme han desaparecido y los niveles hormonales han regresado a la normalidad.
En algunas ocasiones, la mola hidatiforme puede convertirse en invasiva, ocasionando sangrado y otras complicaciones. Aunque por lo general este tipo responde bien a los medicamentos.
Asimismo, en muy pocos casos la mola hidatiforme puede transformarse en carcinoma, el cual es de rápido crecimiento y puede ser mortal. Pero si es diagnosticado y tratado a tiempo, el tratamiento con quimioterapia puede ser exitoso.
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