Este análisis se hace para poder detectar si los niveles de amonio en sangre están elevados; también contribuye con la investigación de alteraciones en el nivel de conciencia o del comportamiento; ayuda en el diagnóstico de encefalopatía hepática y del síndrome de Reye.
El examen de amonio también se conoce como Amonemia, NH4+.
La determinación de amonio está indicada en neonatos con deterioro neurológico, en individuos con letargo y/o emesis (vómito) sin causa, y en pacientes con posible encefalopatía.
El amonio sérico está aumentado en enfermedades o disfunción hepática, infecciones urinarias o falla renal, síndrome de Reye, errores en el metabolismo de los neonatos que incluye deficiencia de enzimas del ciclo de la urea, síndrome HHH (hiperornitemia, hiperamonenia, homocitrulinuria), nutrición parenteral total, ureterosigmoidectomía y terapia con valproato de sodio.
Los niveles de amonio no son siempre altos en pacientes con desórdenes en el ciclo de la urea. Una dieta alta en proteínas puede causar el incremento de sus niveles.
Los niveles de amonio pueden estar aumentados en hemorragias del tejido gastrointestinal. Si hay hipertensión y esta se desarrolla con cirrosis, el flujo de sangre hepático está alterado y ello eleva los niveles de amonio en sangre. Defectos en la oxidación de ácidos grasos pueden también presentar hiperamonemia, generalmente en niños mayores.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa. Se aplica el ensayo enzimático, método de ensayo químico para medir actividades enzimáticas. Este método es vital para el estudio de las cinéticas enzimáticas y la inhibición enzimática.