La demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio.
La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.
La demencia es causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria, como la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.
Por otra parte, la OMS ha dado una serie de recomendaciones para evitar sufrir esta enfermedad.
Dejar de fumar: Además de los riesgos que normalmente conlleva el tabaco, tales como el cáncer o enfermedades cardíacas, fumar puede repercutir de manera negativa en la salud del cerebro, ya que acelera su envejecimiento.
Cambiar la alimentación: La OMS sugiere una alimentación sana y equilibrada y adoptar la dieta mediterránea, un régimen alimenticio que incluye granos enteros, legumbres, frutas, verduras y grasas saludables. La OMS también alerta sobre el uso de suplementos vitamínicos para prevenir la demencia, ya que no existe suficiente evidencia sobre su eficacia.
Si se bebe alcohol hacerlo con moderación: Existe un incremento en las posibilidades de padecer demencia si consumes alcohol con mucha frecuencia. La recomendación para reducir el riesgo de deterioro cognitivo es beber moderadamente, lo que favorecerá a todo el organismo.
Entrenamiento cognitivo y actividad social: Para adultos mayores con funciones cognitivas normales, la OMS recomienda ejercicios mentales para fortalecer la actividad cerebral y prevenir el deterioro cognitivo. También sugiere la participación social para fortalecer la salud y el bienestar.
Fuente: LR21/OMS
Control del peso y la presión arterial: El sobrepeso y la obesidad siempre se han asociado con enfermedades cardiovasculares y diabetes, lo que puede incrementar las posibilidades de padecer demencia. Además, la presión arterial y el colesterol altos también puede ser factores determinantes en el deterioro cognitivo.