La NASA presentó los primeros datos recopilados por la Sonda Solar Parker y llegó a conclusiones puntuales: el Sol emite partículas que afectan a la Tierra, a los astronautas y a nuestros satélites en órbita.
La nave espacial Parker tiene una capacidad que ningún otro aparato tiene hasta ahora: puede acercarse ligeramente al Sol y, desde allí, reportar lo que ocurre alrededor de la estrella.
La sonda ha explorado la zona a unos 24 millones de kilómetros de la superficie, seis veces más cerca de lo que la Tierra está del Sol.
Va armada con un escudo térmico que siempre da la cara al Sol y que es capaz de soportar temperaturas de mil 400 grados.
Una de las primeras conclusiones a las que llegó la NASA fue que los vientos solares no se comportan en absoluto como se pensaba anteriormente.
La Sonda Solar Parker se lanzó en agosto de 2018 y realizó el sobrevuelo más cercano al Sol en abril de este año, pero los científicos de la NASA recién publican las conclusiones del análisis de los datos recopilados.
El comunicado de prensa de la agencia espacial comienza afirmando que el Sol está “revelándose en detalle e iluminando el conocimiento sobre cómo otras estrellas pueden formarse y comportarse en todo el universo”.
Los hallazgos se publicaron en cuatro artículos separados en la revista Nature y se refieren a:
La observación desde el lugar más cercano nos da una perspectiva diferente de estos vientos, con énfasis en las curvas, pequeñas inversiones en la dirección del campo magnético. Estos giros solo suceden hasta Mercurio, no después del primer planeta desde el Sol, lo que los ha hecho indetectables hasta ahora.
Durante esta maniobra, el campo magnético se invierte casi hasta el punto donde se enfrenta nuevamente al Sol.
OBJETO DE ESTUDIO
Este tipo de eventos ayudan a los investigadores a comprender las causas de los vientos solares y cómo afecta el clima en el espacio, así como a comprender los procesos fundamentales de cómo operan las estrellas y cómo liberan energía magnética a su alrededor.
Al igual que la atmósfera terrestre, el plasma de partículas cargadas de la corona solar gira en el mismo sentido que la estrella. En teoría, la velocidad de rotación debería ir disminuyendo a medida que el plasma se aleja de la superficie, pero los datos de la Parker muestran que, en las capas más superficiales de la corona, el plasma va “unas 20 veces más rápido de lo que debería según las predicciones”.
Asimismo, los investigadores esperan saber por qué la atmósfera exterior del Sol, también conocida como su corona, tiene temperaturas superiores a un millón de grados centígrados, mientras que su superficie es de unos pocos miles de grados centígrados.
En algo más de un mes la sonda Parker usará la gravedad de Venus para zambullirse más profundamente en la atmósfera del Sol. Irá cerrando su órbita hasta alcanzar dentro de cinco años su máxima cercanía, a unos 6.9 millones de kilómetros de la superficie.
Fuente: Muy Interesante
Foto: NASA