Hoy preguntamos a los expertos en la materia qué tienes que tener en cuenta para dar con los idóneos para tu melena. Son de las herramientas `beauty` que más adeptos tienen. Porque puedes prescindir de unas planchas, de un gadget de limpieza facial, incluso de la esponja… Pero pocas personas (muy muy pocas) pueden renunciar a lo más básico, que es desenredar el cabello. Y, por supuesto, trabajarlo. Pero sabes qué tipo de cepillo o peine usar con que producto que no cause friz o un volumen inadecuado.
El primer gesto es una necesidad para la salud (ayuda a distribuir los lípidos de tu cuero cabelludo, elemento imprescindible para la protección de las cutículas). El segundo es imprescindible para lucir el look deseado en cualquier momento. Pero ¿sabes cuáles son las referencias esenciales que deberías tener? ¿Cuál es el material más adecuado? ¿En qué te debes fijar al adquirirlas? Resolvemos tus dudas.
Lo primero que debes tener en cuenta es que debes apostar por la calidad e invertir en unas buenas herramientas porque, además de que las utilizas a diario (echa cuentas, no te salen caras), “el cabello está sometido a muchas agresiones externas como el clima, los productos, el uso de secador/plancha, utilizar gomas de pelo, los roces con la ropa… Y los cepillos de poca calidad pueden suponer un factor nocivo extra, afectando al cuero cabelludo e incluso convirtiéndose en unos nidos de bacterias y microbios”, apuntan desde Marlies Möller.
Los expertos de Tangle Teezer sostienen que “una referencia incorrecta puede aumentar la fricción y dividir la cutícula del cabello. Las opciones denominadas ‘inteligentes’ pueden ayudar a limitar la pérdida a través de un trauma mecánico”. ¿Las condiciones para describir a unos cepillos como ‘buenos’? Desde la firma alemana apuntan “que desenreden de manera suave pero potente, que faciliten los peinados (mejor resultado en menos tiempo) mientras aporten brillo y que duren muchos años”.
El peluquero Álex Torres, del salón The Comb, reconoce que son tres las claves que debes tener en cuenta para dar con tu peine ideal: la medida, el acabado de las púas y el material del que están hechos. “De la medida dependerá la precisión y eficiencia de la herramienta de peluquería, respecto a las púas deben ser redondeadas para que no rompan las cutículas ni dañen el cuero cabelludo, y siempre hay que evitar los peines plásticos o metálicos porque resultan muy agresivos al abrir la cutícula y acentuando las puntas abiertas”, apunta el experto.
¿Para el momento de desenredar? Su consejo es fijar la atención en las púas y en el momento en el que lo vayas a emplear ya que, cuando el cabello está mojado, se encuentra mucho más sensibilizado y frágil.
Así, él específica que tienes que tener en mente dos momentos claramente diferenciados: el desenredado y el brushing. Para acabar con los nudos tienes que optar por un cepillo neumático, cuyas características cambian ligeramente en función de las peculiaridades de tu melena. Si es fina, la recomendación es elegir una raqueta de púas de nylon finas que evitan que el pelo se parta; cuando es mixto, puedes optar por una referencia que combine fibras naturales y de nylon con el fin de aportar un extra de brillo; mientras que en los cabellos gruesos se aconseja uno neumático de cerdas naturales de jabalí, que aportan más brillo.
Pero Álex Torres confiesa que existe un comodín apto para todas las cabelleras: “La raqueta de púas gruesas de nylon con acabado redondeado que es compatible para desenredarlos tanto en seco como en mojado”.
Si estás pensando en el brushing, hay que centrarse en el grosor del pelo. Una vez más, los finos (donde el experto incluye también a los afros y nórdicos) necesitan herramientas suaves que combinen varios tipos de fibras. Los cabellos medios son los que más se deshidratan y, por lo tanto, los que sufren más el encrespamiento, así que debes buscar accesorios que sellen las cutículas. Para las melenas más abundantes puedes lanzarte a las fibras más gruesas que te ayuden en la tarea de dominarla.
En este punto, quizá la gran pregunta es: ¿qué diferencia hay entre las cerdas naturales y las sintéticas? Las primeras son idóneas para preparar el cabello, sirven como método de limpieza y le aportan un brillo natural, mientas que el nylon es más resistente a las altas temperaturas y sus fibras se recuperan más fácilmente. De estas segundas hay opciones de última generación que combinan diferentes tipologías y una ubicación perpendicular de las fibras que ayuda a cuidar del pelo. Lo esencial es evitar las herramientas con materiales plásticos, que generan electricidad estática, o con las púas muy juntas, que pueden dañar la piel.
Por otro lado, desde el equipo técnico de Marlies Möller, afirman que es recomendable tener siempre un cepillo específico que ellos denominan “de limpieza”, que debes utilizar en seco para acabar con las partículas de suciedad de la contaminación o los restos de productos de cuidado que quedan en las herramientas. Y también otro de masaje que te ayuda a estimular las microcirculación del cuero cabelludo para oxigenarlo y optimizar el crecimiento del cabello.
Por último, hay algo esencial en lo que coinciden todos los expertos y es que debemos seguir una estricta guía de mantenimiento de estos accesorios. Desde Tangle Teezer aconsejan una vez a la semana “eliminar todo el cabello que se haya desprendido y después utilizar un cepillo de dientes limpio (con un poco de champú) para retirar la suciedad de alrededor de la base y de las púas.
Tienes que enjuagar y dejar que el peine se seque con los dientes hacia arriba, y nunca lo coloques cerca de una fuente de calor como un radiador”. Álex Torres va más allá y recomienda mensualmente esterilizar los térmicos con una mezcla de vinagre y agua tibia. Respecto a la duda de cuándo deberías cambiar tus herramientas de peinado, él reconoce que te fijes en la firmeza de las cerdas (y el deterioro dependerá de la intensidad de uso y de las pautas de mantenimiento que sigas).
Fuente: www.vanitatis.elconfidencial.com
Foto: sozohair.net