El 25 por ciento de las consultas pediátricas y el 30 por ciento de las visitas a los servicios de urgencias pediátricas se deben a la bronquiolitis, ha manifestado el jefe de Pediatría del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo (Valencia), el doctor Javier Miranda.
“Normalmente estos virus originan solamente resfriados, pero en lactantes y bebés, que tienen las defensas poco desarrolladas, el virus progresa y puede afectar también a los pulmones. La mayoría de los niños que presentan bronquiolitis tienen un cuadro leve y sólo algunos tienen que ingresar en un hospital”, ha agregado el experto.
La bronquiolitis comienza como un catarro de vías altas, con o sin fiebre, pero a los pocos días se nota un empeoramiento a nivel respiratorio. Hay tos, dificultad al respirar, pitos y sibilancias y un aumento de la frecuencia respiratoria.
Se trata de una infección muy contagiosa causada normalmente por el virus respiratorio sincitial, VRS o SRV, en la que se inflaman los bronquios y los bronquiolos, que son las vías aéreas y conductos más pequeños que llevan el aire dentro del pulmón, respectivamente.
La afección se ataja con una adecuada oxigenación e hidratación del niño, además de con unas medidas preventivas por parte de todas las personas que están en contacto con el bebé.
“Para mantener una adecuada hidratación hay que administrar líquidos y ofrecer alimentación en pequeñas cantidades y frecuentemente”, ha explicado el doctor Miranda, que ha matizado que los niños con bronquiolitis “tienen poco apetito, se cansan durante las tomas con facilidad y pueden presentar vómitos y atragantamientos”.
“Para ayudarles se deben administrar menos cantidad de alimento, pero más frecuentemente ya que en estas condiciones, la ingestión de líquidos, como agua, leche o zumos, es más importante que la de sólidos”, ha apuntado el experto.
Además, el doctor Miranda ha incidido en que los antibióticos no resultan eficaces en una bronquiolitis. “Si el niño tiene fiebre se pueden administrar antitérmicos como el paracetamol y el ibuprofeno, en mayores de 6 meses, y si la fiebre sube destaparle o darle un baño de agua templada”, ha añadido.
Así que mantén a tu bebé hidratado todo el tiempo, abrigado y si sospechas de alguna infección respiratoria consulta a tu pediatra.
Fuente: www.abc.es
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