En el artículo anterior te mostramos cuáles eran las principales enfermedades mentales que podían presentarse en un niño. En esta entrega conocerás algunos signos de advertencia de enfermedad mental a los que debes estar atento.
-Cambios en el estado de ánimo. Presta atención a los sentimientos de tristeza y al retraimiento que duran al menos dos semanas u otros cambios del estado de ánimo notables que causen problemas en las relaciones dentro del hogar o en la escuela.
-Sentimientos intensos. Presta atención a los sentimientos de miedo abrumador sin motivos —a veces acompañado de aumento de la frecuencia cardíaca o de la frecuencia respiratoria— o las preocupaciones o miedos intensos que puedan interferir en las actividades diarias.
-Cambios de conducta. Estos incluyen cambios drásticos en el comportamiento o en la personalidad, además de comportamientos peligrosos o fuera de control. Otros signos de advertencia son las riñas frecuentes o expresar el deseo de causar una herida grave a otras personas.
-Dificultad para concentrarse. Presta atención a los signos de dificultad para concentrarse o mantenerse quieto, estos signos pueden provocar un bajo rendimiento en la escuela.
-Adelgazamiento inexplicable. La pérdida de apetito repentina, los vómitos frecuentes o el uso de laxantes pueden indicar un trastorno de la alimentación.
-Síntomas físicos. En comparación con los adultos, los niños con trastornos de salud mental pueden presentar dolor de cabeza y de estómago en lugar de tristeza o ansiedad.
-Daño físico. A veces, una afección de la salud mental deriva en lesiones autoinfligidas, también llamadas autolesiones. Esto significa lastimarse a sí mismo de forma deliberada, por ejemplo, provocándose cortes o quemaduras. Los niños con afecciones de la salud mental también pueden presentar pensamientos suicidas o intentos de suicidio.
-Abuso de sustancias. Algunos niños consumen drogas o alcohol para tratar de sobrellevar lo que sienten.
¿Qué debes hacer si sospechas que tu hijo tiene una afección de salud mental?
Habla con el médico de tu hijo si te preocupa su salud mental. Describe el comportamiento. Considera hablar con el maestro de tu hijo, con sus amigos cercanos o sus seres queridos, o con otros cuidadores para preguntarles si notaron cambios en su comportamiento. También debes compartir esta información con el médico de tu hijo.