Cuando llega el frio junto con el llegan las enfermedades como la gripe, catarros, bronquitis y bronquiolitis, otitis, faringitis, y otras más graves como la neumonía.
Aunque el frío en sí mismo no es motivo para contraer estas enfermedades, lo cierto es que durante los meses de invierno se dan una serie de factores que parecen predisponer a que haya más contagios. Y ante este dato nos preguntamos: ¿podemos hacer algo para evitar que nuestros hijos se enfermen cuando hace frío?
La nutrición juega un papel fundamental en el desarrollo y mantenimiento del sistema inmunológico, y su respuesta ante las diversas enfermedades. Por eso, debemos cuidar y asegurar que nuestros hijos llevan una alimentación equilibrada y saludable, porque esto les ayudará a mantener su organismo fuerte.
Además, hay ciertos alimentos que pueden contribuir a reforzar sus defensas en estos días de frío, como las frutas y verduras ricas en vitamina C, los alimentos ricos en vitaminas A,D,E, o en minerales como el hierro, zinc, cobre y selenio, entre otros.
Los virus aprovechan el calor y la falta de ventilación y renovación del aire para actuar, por lo que los espacios cerrados y no ventilados son caldos de cultivo para ellos. Si ventilamos diariamente nuestra casa, tanto en invierno, como en verano, ayudaremos a que el aire se renueve y nos deshagamos de virus indeseados presentes en el ambiente.
La exposición al humo de tabaco ambiental durante la infancia se asocia a un incremento del riesgo de presentar infecciones agudas del tracto respiratorio (como por ejemplo, neumonías), otitis media y asma.
La calefacción en casa acaba resecando el ambiente, afectando a las fosas nasales y la garganta, y por tanto agravando las enfermedades respiratorias. Por ello, es recomendable mantener nuestro hogar con un adecuado nivel de humedad que podemos conseguir, por ejemplo, colocando pequeños recipientes de agua en las habitaciones o radiadores.
Así mismo es recomendable no tener la calefacción excesivamente alta para evitar los cambios bruscos de temperatura cuando salgamos al exterior y permitir al organismo que se adapte a la temperatura de forma gradual.
Fuente: www.bebesymas.com
Foto: acude.ac