Los grandes problemas y desgracias de este mundo siempre tienen el mismo origen: las hormonas. Ellas son las culpables de que las mujeres dejen salir su alter ego cada 28 días o que, durante el embarazo, cambien constantemente su estado de ánimo y peor cuando existe un desorden hormonal. Y no queremos ni mencionar lo que ocurre al llegar a los 45 años y la temida menopausia hace acto de presencia.
Pero los caballeros no son inmunes a los efectos de las hormonas. Éstas pueden controlarlos en el momento menos esperado y actúan impulsivamente
Lo cierto es que, el estado de ánimo es lo de menos. Un desorden hormonal puede causar todo tipo de alteraciones en nuestro organismo, haciendo que sea imposible comer, conciliar el sueño o darle gusto al cuerpo.
Aunque la menstruación es una de las principales responsables de los desequilibrios hormonales, también pueden presentarse cuando no haces suficiente ejercicio, se sufre estrés crónico o hay cambios abruptos en tu rutina.
Un desorden hormonal puede causar todo tipo de alteraciones en nuestro organismo, haciendo que sea imposible comer, conciliar el sueño o darle gusto al cuerpo.
Algunas señales claras de que tus hormonas están enloquecidas son:
Concentración. Si el cortisol y la adrenalina inundan tu cuerpo, te será imposible concentrarte en tus tareas diarias. Por no mencionar que las cosas más insignificantes se te olvidarán.
Hambre. Durante un desequilibrio hormonal es común que la germina (hormona que regula el hambre) aumente sus niveles, por lo que no es de extrañar que todo el tiempo estés buscando qué comer.
Libido. Cuando el estrés se apodera de ti es común que tus hormonas pierdan la cordura, así que el sexo no te interesa en lo más mínimo. Lo peor es que lo único que puedes pensar es en los pendientes que dejaste en la oficina.
Somnolencia. Si te quedas dormida donde quiera, pero al llegar la noche no puedes conciliar el sueño, seguramente tendrás que realizar algunos ajustes a tu ritmo de vida.
Humor. Las bromas de que las mujeres se convierten en monstruos durante la menstruación y la menopausia tienen razón de ser. Durante esas etapas, se alteran sus niveles hormonales ocasionando cambios de humor muy marcados.
Dolor de cabeza. Recuerda que existen muchas causas para que duela la cabeza, así que, si los malestares son recurrentes, no dudes en visitar al médico. Más vale desechar cualquier posibilidad de que sea algo más grave que un desorden hormonal.
Acné. Aunque la mayoría de las personas dejan de preocuparse de los molestos barros y espinillas al llegar a los ’20, hay quienes aún deben lidiar con ellos en la adultez. ¿Por qué? Porque el organismo se está ajustando a un nuevo estilo de vida, por lo que no es raro que se estrese y altere los niveles de tus hormonas.
En caso de que los malestares sean recurrentes, y ya intentaste cambiar tu estilo de vida, lo mejor será que consultes a un médico.
Fuente: IdeasQueAyudan