Mientras que existen cerca de 4,000 tipos de árboles de pera registrados, la mayoría son estrictamente ornamentales, dejando únicamente alrededor de 30 de ellos para comer. De la familia de las Rosáceas, que incluye varias otras frutas (algunas que no se parecen en nada a las peras) como las cerezas, las frambuesas, y hasta las almendras, las peras comestibles vienen en dos variedades: Asiáticas y Europeas. Las variedades Asiáticas generalmente ofrecen una textura firme y crujiente, mientras las Europeas son más suaves y jugosas cuando maduran.
Del tallo hacia abajo, la mayoría de las peras son más angostas en la parte superior que en la parte inferior. El color puede variar de amarillo a rojo a color óxido.
Mientras uno de los aspectos más satisfactorios de comer peras es su sabor sedosamente dulce, también está su textura curiosamente granulosa que hace a esta fruta tan distintiva. Mientras esto puede hacer que sea más difícil determinar su madurez, uno puede saber que la pera está madura y lista para comer si se hunde ligeramente al presionar con los dedos.
Aunque las peras no puedan presumir en cantidades impresionantes de ningún nutriente, si contienen un amplio rango de vitaminas y minerales. En minerales, las peras contienen buenas cantidades de cobre, hierro, potasio, manganeso, y magnesio, junto con vitaminas B como folatos, riboflavina, y piridina (vitamina B6). Esto se traduce a incidentes reducidos de colitis dolorosa, artritis, problemas en la vesícula biliar y en la gota.
Las peras contienen 12 por ciento y 10 por ciento del valor diario, respectivamente, en vitamina C, buena para combatir infecciones en el cuerpo, y vitamina K, para mantener y producir dureza en los huesos.
Lo que no tienen las peras también es muy importante: Son completamente libres de grasas, pero su contenido en fibra pone en la sombra todos los otros atributos de esta fruta con un 22 por ciento del valor diario recomendado. Añadiendo a esto está que siendo un alimento con una buena densidad nutritiva, comerse una pera es una buena opción cuando está buscando una forma de limitar su ingesta de grasas y calorías – es una buena manera de sentirse satisfecho durante más tiempo, lo que le ayuda a cuidar su peso.
El contenido de ácidos hidroxicinámicos e hidroxibenzóicos en las peras está ligado con la prevención de cáncer del estómago y de los pulmones. El Boron, otro ingrediente, se necesita no solo para fortalecer el calcio en nuestro cuerpo, pero también para ayudar a prevenir osteoporosis. Los flavonoides como la quercetina, y los carotenoides como la luteína y zeaxantina, juntos proveen beneficios a la salud adicionales como un riesgo menor de cáncer, diabetes de tipo 2, y riesgos al corazón.
Las peras son muy buenas, pero su cáscara es aún mejor con casi cuatro veces más de fitonutrientes, incluyendo el betacaroteno, luteína, y zeoxantina. Junto con vitamina C y A, estos componentes ayudan a mantener al cuerpo protegido de radicales libres dañinos.
La textura granulosa que uno tiene en la boca al comer una pera agarra toxinas causantes de cáncer y químicos en su colon, removiéndolos en su camino de los intestinos, haciendo de esto una eficaz manera de deshacerse de ellos. Repleto de antioxidantes que neutralizan los radicales libres, las peras son altas en la lista de Capacidad de Absorción de Radicales de Oxígeno (CARO) – las peras verdes con 2,201 y las rojas de Anjou con 1,746.
Fuente: alimentossaludables.mercola.com
Foto: www.innaturale.com