El pánico es algo que no podemos evitar. En ocasiones nos inunda tanto que podemos caer en la desesperación y eso no hará mal. Es por ello que debemos saber ¿Qué hacer?, ¿Cómo tratarlo? y, sobre todo, saber en qué momento es pánico.
Síntomas de un ataque de pánico
Se presenta de forma inesperada, el paciente tiene fuertes palpitaciones, sudoración, temblor de manos, piernas flojas, náuseas, molestias abdominales, mareos, dolor de cabeza, opresión en el pecho, sensación de ahogo o falta de aire y sofocación.
Otros síntomas son opresión o dolor en el pecho o taquicardias, respiración forzada, apresurada y con sensación de ahogo, debilidad o inestabilidad, frío en las extremidades, puede ser con sensación de hormigueo en manos y pies, y sudoración, vómitos y sequedad en la boca, escalofríos, estremecimientos, dificultades para hablar o comunicarse, etc.
¿Qué provoca el pánico?
El pánico puede ser provocado por fobias a espacios abiertos, a animales, elevadores, a hablar en público y otro tipo de fobias. También los provocan los desastres naturales como terremotos, huracanes, maremotos, erupción de volcanes y sus similares. Los ataques de pánico también son provocados por desastres que provoca el hombre, como las guerras, incendios, derrame de petróleo, explosión de plantas nucleares, atentados terroristas, etc.
¿Qué debes hacer si sufres un ataque de pánico?
Trata de mantener una respiración más lenta, inhala tres segundos y mantén el aire en tus pulmones un segundo y luego expira en tres segundos.
Busca un lugar para sentarte y donde puedas apoyar la espalda, si no encuentras un lugar siéntate en el suelo y trata de mantenerla calma. Es mejor si te retiras a un lugar con poca gente y te aflojas la ropa, te ayudará a respirar mejor.
Controla tus pensamientos, trata de mantener la calma y mantener una mente relajada, mira alrededor y piensa qué es lo que harás después. Trata de mantenerte en un estado de relajación.
¿Cómo ayudar a una persona que sufre ataque de pánico?
Si es la primera vez que sufre un ataque de pánico o tiene otros padecimientos como asma o diabetes llama al servicio de urgencias. Mantén siempre la calma, eso es muy importante, pues tienes que transmitirla a la persona que sufre pánico, procura que tu tono de voz sea pausado, cálido y firme, evita hacer movimientos bruscos. No le des órdenes y pregúntale si tiene algún medicamento que pueda ayudarlo.
La persona vive la situación como algo real, así que no discutas la irracionalidad con comentarios como “es tu imaginación”, el paciente necesita sentirse comprendido. Dile que la crisis durará un poco pero que después terminará. Es mejor no tocar a los pacientes. En algunos casos las víctimas de pánico se paralizan, huyen o se esconden en un lugar, otras se sientan en el suelo y no se mueven, anímalo, aliéntalo a continuar y dile que les vas a ayudar a levantarse.
Escucha al paciente, después hazle preguntas sencillas como “¿de qué color es la habitación?” o “¿de qué color es ese edificio?”. Invita a la persona a relajarse y a respirar calmadamente, esto le ayudará a ganar control de sí mismo. Refrescar el rostro o la nuca ayuda a aliviar el pánico. Mantente a su lado, si en 15 minutos no se ha relajado pide ayuda médica.
Fuente: IdeasQueAyudan